13 Jul Tus redes sociales no están hechas para vender
Vale sí, quizás el titular sea una sentencia con un tono excesivo, y hasta puede que alguno de vosotros lo encontréis hasta ofensivo, pero creo que es hora de dejar clara una realidad con la que no sólo nos encontramos en la agencia Veintemillas, sino también otras agencias de comunicación y marketing que se dedican a realizar acciones de redes sociales aunque quizás no (o sí) se atrevan a deciros. Las redes sociales no sirven para vender. Esto es así. Es una pena, pero toda vuestra inversión realizada esperando un brutal retorno en ventas no servirá para nada. Lo sentimos.
Y sí, sé lo que estáis pensando la mayoría en este justo momento. Todos hemos escuchado en conferencias un caso de éxito de como la empresa tal incrementó en un 2% su volumen de ventas gracias a su intrépida acción en Social Media, pero si analizamos el trasfondo de esas acciones veremos que está directamente relacionado con un buen content marketing, o estrategia de contenidos, o un inbound marketing que lleva a una landing page increíblemente efectiva. Así sí, amigos, pero si no, tendréis las mismas oportunidades de que vuestra empresa gane dinero a través de redes sociales que de montar una banda y vivir de ello.
Como ejemplo, La empresa X.
Podemos hablar de nuestra experiencia directa. Hemos realizado ya varias campañas de Social Media para distintas empresas y tiendas online, y en un caso concreto, el cliente (al que llamaremos X) nos insistió en trabajar enfocados a conversión de venta. X tiene una Tienda Online, y como tantas otras pequeñas empresas, las redes sociales. No mostraban un contenido de interés, no hablaban de los diferenciales de sus productos, o de lo guapos que nos sentiríamos si lo tuviéramos en nuestras manos. Nada. La misma descripción del producto de su web, directamente en sus redes y publicada cuando el sobrino tenía tiempo de hacerlo.
Cuando nos contrató, en el informe de arrancada previo que preparamos para definir su posicionamiento en redes sociales ya intentamos hacerle ver lo equivocado de su estrategia, que era mejor intentar lograr un engagement hablando de sus productos desde otra perspectiva (odiamos muy mucho esta estrategia de precio-precio-precio), realizar un calendario en el que alternar publicaciones más distendidas con ofertas de producto, lograr una comunidad fiel con un buen crecimiento a medio plazo y sobre todo, establecer unos KPI’s que no pasaran por el número de ventas y la facturación mensual que trajeran sus redes sociales, ya que como le repetimos, las redes sociales no están hechas para vender. No logramos convencerle, establecimos en los objetivos la conversión a venta y al final, a pesar de haber ganado todas las batallas, perdimos la guerra. Os explicamos los motivos.
Nuestros posts eran más bonitos, realizamos unos contenidos y copys más adecuados para sus productos, y creamos un blog para trabajar una buena estrategia de contenidos para de paso, apoyar el inexistente SEO de su página web y ver si podíamos rascar algo de tráfico orgánico. Participábamos en conversaciones Online, generamos cierta viralización, comenzamos a crear un buen grado de engagement y al cabo de los tres meses tímidamente comenzaron a aparecer los primeros signos de interacción. En seis meses, el crecimiento de todas las redes sociales de X era indiscutible. Las visitas a su site desde el canal Social Media aumentaron, en comparación al año anterior, en un 410%, su audiencia había crecido un 178% y el alcance del nuevo contenidos que elaboramos para él llegó a crecer hasta un 140% en esos seis meses de campaña. No suena mal, ¿no?
Y sin embargo el cliente, enfadado, decidió no continuar con nosotros y le devolvió a dar la gestión de las redes sociales a su sobrino, que ahora intenta mantener el mismo estilo que nosotros le dimos pero, por qué no decirlo, con bastante menos gracia.
¿Por qué? Por que el grado de conversión a venta fue del 0,04%. Y sé lo que estaréis pensando muchos de vosotros. Tendríamos que haberle argumentado al cliente un cambio de estrategia, ofrecerle alternativas, trabajar las descripciones de los productos, hacerle ver que debería haber invertido su dinero en mejorar su SEO, que sus precios realmente no eran competitivos y su web era una chapuza… Sí… Lo sabemos, pero que levante la mano al que no le haya pasado algo similar. Pues eso.
Mejor invertir en contenido…
Las últimas estadísticas nos dan la razón. Sitúan a las redes sociales en la escala más baja de conversión, justo por debajo de los banners. Y no, no nos lo inventamos nosotros. Su grado de conversión es tan bajo que realmente, es más útil que gastéis vuestro esfuerzo y dinero en implementar acciones de marketing de contenidos, que si podréis complementar de una forma mucho más lógica a través de vuestras redes sociales y que estas crezcan de un modo más natural y os permita generar una audiencia que quizás con el tiempo se conviertan en “brand zombies”. Arreglar vuestra página web para hacerla más amigable para google, crear una estrategia de captación de leads válidos para posteriormente generar una campaña continuada de mail marketing de calidad, un “marketing de atracción” o “Inbound marketing” como le llaman los marketeros de gomina. Cualquier cosa os dará mejor retorno que colocar los productos de vuestra página web con un título del tipo “Precio imbatible” en vuestra página de Facebook o Twitter. Os lo aseguramos.
Por que al final, en pleno siglo XXI en el que ya sabemos que la relación entre usuarios y marcas ha cambiado hasta la horizontalidad. El usuario lo que va a esperar siempre es que la marca le aporte. Aporte calidad, aporte una relación más allá de la compra / venta y por supuesto, que entienda sus necesidades y cree vínculos. Y es en ese punto donde un buen uso de las redes sociales nos puede ayudar. A crear vínculos más allá de la transacción. A conseguir esa fidelización del usuario, a atraerlo hasta la web buscando un contenido de calidad que le aporte, a que busque más, que encuentre productos que le atraigan, que se de alta en nuestra newsletter y poder generar una buena estrategia de Mail Marketing combinada con contenido de calidad y ofertas que realmente le interesen. Aunque no nos queráis contratar a nosotros para hacerlo, intentarlo. Comprobaréis que es mucho más sensato.
Cabecera cortesía de Freepik.com
Fuentes: Shopify.com
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